Se da la sorpresa y el City queda fuera

En otra noche trágica para el City, una de las que más esta temporada, y son unas cuantas, el equipo de Guardiola dijo adiós al Mundial de Clubes en la prórroga y ante Al Hilal, un nuevo rico en el tablero futbolístico y que se llevó por delante a uno de los grandes favoritos, quizá de los que más. Quedará para el recuerdo el gol de Marcos Leonardo en un estadio de Orlando teñido de azul. Tremenda gesta y tremenda pifia de un City al que ni los primeros pasos de Rodri ni los millones invertidos en junio le levantan de la lona. Y eso que al City playero de este Mundial, alegre y desenfrenado, le había sentado muy bien la presencia de Reijnders en el torneo. El holandés es de una elegancia exultante. Trabaja atrás y resuelve arriba. Entre él y Aït-Nouri, que volvió a estar soberbio, se inventaron la acción por la banda izquierda que derivó en el gol de Bernardo, no sin antes una serie de rebotes -uno de ellos en la mano de Aït-Nouri, bastante obvia- que el árbitro no vio y el VAR no quiso ver.

Al Hilal no entendió nada y recibió el golpe con resignación. Los saudíes mostraron en librillo de Simone Inzaghi, por muy poco tiempo que lleve en el cargo. Tres centrales, uno de ellos Rúben Neves, y muchas y muy calculadas jugadas para sacar en largo y así evitar la presión del City. Aún así, el mejor de Al Hilal y del partido fue Bono. Es descorazonador que un portero como él decidiera irse a Arabia cuando vivía el mejor momento de su carrera. No ha perdido nada de esa agilidad milagrosa que le acompaña. Salvó dos, tres y hasta cuatro ocasiones claras de un City activado por Doku y Savinho en los costados y con proliferación de llegadores a posición de gol: Bernardo, Gündogan, Haaland… Todos pudieron marcar y todos se toparon con el de siempre, Bono. césped, prescindiendo para ello de Haaland, a Guardiola no le quedó otra que caminar por el alambre. Sobre todo cuando marcó Koulibaly en un córner y volvió a poner al City en el abismo. Quedaba poco tiempo, surgían muchas dudas, el desastre sobrevenía. En el caos total, con Rodri de nuevo devuelto al banquillo, la anarquía más absoluta, Cherki puso una pelota perdida y la rescató Foden para igualar lo que ya parecía inigualable.

Un desenlace tremebundo para una prórroga a la que aún le quedaba angustia que repartir. Llegó con el gol de Marcos Leonardo que dinamitó al City y en parte el Mundial, pues pierde un candidato y revienta la hegemonía teórica de Europa sobre el resto. Uno de sus grandes cayó ante la cenicienta que no lo es tanto. Un descalabro Mundial. Uno más del City en esta temporada para olvidar.